EL cambio es yin y lo constante es yang, o
viceversa. Así que lo constante es que todos podemos ajustarnos al
cambiante ciclo del auge y caída.
El
cambio es constante y lo constante es cambio. A través del movimiento
aprendemos a comprender realmente este concepto intelectual. Parte de
nuestro conflicto diario se produce por nuestra dificultad de
sobrellevar los cambios y de ser felices con lo constante. Estamos
generalmente aburridos con lo que es constante, y nos
ponemos frenéticos y furiosos cuando aparece un cambio.
Todo se reduce a una sola cosa: acepta ambas cosas, lo constante y el cambio.
Aprende a ser flexible y receptivo frente a lo que te rodea, a los tiempos y a ti mismo.
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